martes, 18 de septiembre de 2007

AQUEL VERANO...

Aquel verano, el viento con su fuerza
supo robarme el alma y cómplice del mar
me engañaron una noche.

El ritmo de las olas buscaba distraer mi mirada,
pero fue largo el rato que quedó perdida ante sus ojos.
Fue un instante, quizás más, y esa gran coraza
me impedía ver su alma.

Las estrella con su brillo me contaron su secreto,
y a través de la luz que nos alumbraba,
comprendí que me habían robado
lo que yo tanto buscaba.

Nuestras almas se habían ido,
el viento junto al mar la habían escondido.
Sólo dos cuerpos perdidos en la playa
sobre la arena tibia, con el mar en calma...

Nos buscamos despacito, una fuerza que imantaba,
la luna por su cuenta nos juntaba las miradas
y abrazados hasta el cielo nos sentimos abrigados
por la piel ingenua de aquella madrugada.

Sin palabras.. no hacían falta, la tibieza del aquel tiempo,
dejó sólo que las caricias importaran.
Sólo dos cuerpos perdidos en la playa
sobre la arena tibia, con el mar en calma...

El sol con su calor nos encontró
abrazados aquella mañana ,
y al sentirnos abrigados descubrimos nuestras almas
simples miradas, caricias sin palabras.

Así sigue la historia cada mañana,
con la luz del día y mis sueños en la almohada...
a veces mi alma llora...
los roba y se los guarda...

BAMBU

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