miércoles, 7 de mayo de 2008

Caña de Bambú

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor!"Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.En la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. De igual manera, esnecesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que, en tanto no bajemos los brazos ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando.Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes...
Quizá sólo estés echando raíces…

2 comentarios:

DIEGO dijo...

EL BAMBÚ SERÁ CONCIENTE QUE EN SU VIDA SÓLO TIENE QUE CONSTRUIR RAÍCES DURANTE 7 AÑOS Y LUEGO SALIR AL RUEDO. NOSOTROS, TODOS, SERES HUMANOS O LO QUE PAREZCAMOS, SI SENTIMOS QUE NO PASA NADA ES PROBABLE QUE NO ESTÉ PASANDO NADA. SI LA ESPERA PARA QUE PASE ALGO SON 7 AÑOS, LA ESPERA DESESPERA. PREFIERO VIVIR 7 AÑOS CON RAZONES Y TENER RAMAS NO TAN GROSAS COMO LAS DEL BAMBÚ. HOY ESTOY CONTRERA, A PESAR DE QUE LO QUE DIGO ES REAL. SALU2.

Marina Di Genaro dijo...

Todo depende de lo que uno busque... o a lo que quiera llegar.... O simplemente la espera es para los que con el tiempo disfrutan del saber que se sentirá mejor con el resultado que busca.
ARRIBA EL ÁNIMO!