viernes, 26 de septiembre de 2008

Un día de 30 horas!

Aunque el tiempo es una magnitud física que nos permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro y tomamos como unidad del tiempo el segundo (según el Sistema Internacional), es algo intangible que nos maneja de manera despiadada si no somos su aliado. Pasa sin pedir permiso, se escurre en nuestros momentos mas preciados y se hace denso y pesado cuando hay situaciones que queremos evitar, nos persigue por la vida tratando de marcarnos en la piel y debemos aceptarlo una vez que por nuestro cuerpo ha pasado…
A veces pienso que los días tendrían que tener más horas. Todo se hace a las corridas, siempre hay que postergar para otro día algo que nos gustaría hacer, como ir al gimnasio, salir a pasear un rato, tirarse panza arriba aunque sea 15 minutos, sacarse las cutículas que se amontonan sobre nuestras uñas o cocinar una de esas recetas que tanto le gustan a los chicos; o cosas de la rutina que uno debe postergar simplemente por falta del maldito tiempo, como por ej. cambiar el agua a los peces, ordenar algún placard, ir a la peluquería, limpiar los vidrios de la casa, cambiar el repuesto del inodoro o poner en remojo los cepillos de dientes en agua oxigenada, Todas cosas totalmente postergables al momento de establecer prioridades en cuestión tiempo. Siempre ganan las cosas que más nos disgustan cuando establecemos prioridades: Cocinar cada día, revisar el cuaderno de comunicaciones de tus hijos para enterarte de alguna mala nota, mantener un cierto orden general en la casa, sacar a horario la basura para que no te insulte mañana el encargado, planchar las camisas para el día de mañana entre otras. Ni hablemos de las personas hiperactivas y aceleradas que aprendieron a hacer mas de una cosa al mismo tiempo para que su día rinda el doble! Siempre existe una mujer que se pinta mientras viaja en colectivo, otra que en el horno cocina una torta para la merienda y en la rejilla de abajo tiene el pastel de papas para la noche, o el tipo que mientras lee el diario se sienta en el trono con la radio; de ese tipo de situaciones hay muchas personas que no se si son atolondradas o consiguieron la manera de burlarse inteligentemente con el tiempo.
Pero que pasaría si el día tendría 30 horas como nos muestra el reloj? Haríamos en esas horas de más, no todas, pero algunas cosas de las que estamos acostumbrados a postergar, acto seguido estaríamos un poco mas cansados cada día por el hecho de hacer mas actividad y tendríamos que dormir mas de lo habitual, con lo cual, sería exactamente lo mismo!
“No digas que no alcanzas tus metas por falta tiempo, tienes exactamente el mismo numero de minutos y horas al día que las que tuvieron Helen Keller, Pasteur, Miguel Ángel, la madre Teresa de Calcuta, Leonardo da Vinci y Albert Einstein.” Abramos nuestros ojos y aprendamos a organizarnos sin justificarnos…”
Bambú

2 comentarios:

DIEGO dijo...

SI LOS DÍAS FUERAN DE 30 HORAS SE LABURARÍA 13 HORAS. MEJOR DEJALO ASÍ, JE...

Marina Di Genaro dijo...

O más!!!! Ese lado no lo había pensado...