
Una necesidad, un impulso, una manía o por simple placer; las palabras brotan desde adentro, quieren nacer y a medida que se cruzan van comenzando a “ser” mi manera mas prolija de transmitir mi crecer.
Plagado de recuerdos y pequeñas sensaciones, se acomodan las palabras entre si, para demostrar al que las lee que no quieren mas sufrir o que disfrutan despacito del placer de vivir.
Y si busco más encuentro, más me atrae, más se revelan en mí; las palabras que no nacen pero que puedo escribir…
Las escribo, las dibujo,
las vuelco sin fin,
pongo título y comillas,
dejo que bailen así,
las acaricio y las envuelvo
para regalártela a ti.
Bambú
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