
Bambú

Bambú
Para lograr lo que queremos, debemos determinar nuestro objetivo, nuestro deseo, si uno no tiene claro lo que quiere, si uno no sabe bien hacia donde va, es muy probable que nunca lleguemos a nada, a ningúna parte. Solemos buscar mal , lo basamos en el entendimiento del otro y no nos conocemos realmente a nosotros mismos. Basta de especular, de suponer, de fantasear, de leer entre líneas en los demás. Lo real que nosotros poseemos es bastante bueno como para buscar mas allá. El problema es que no nos aceptamos tal cual somos, creemos que nuestra fantasía es nuestra realidad; solemos ver sólo lo que queremos ver y así no se encuentra la verdad.
Sabemos ver cuál es nuestro objetivo?
Sabemos a dónde queremos llegar?
Sabemos qué es lo que pretendemos de nosotros mismos?
Y lo que pretendemos de la vida? y de la gente?
Sabemos cuál es nuestro verdadero deseo?
Uno suele tomar lo que la gente dá, lo solemos "disfrazar" para ver lo que nos sirve o lo que queremos ver; pero es realmente lo que queremos? Porque por ahí no pasa la realidad, nuestra realidad; creo que por ese punto pasa el camino de nuestra equivovación; lo que realmente no nos sirve hay que dejarlo ir.
Cuál es el equilibrio entre nuestra razón y nuestro sentimiento? Lo hay? Me parece que pasa por una aceptación y el hecho de hacernos cargo de "nuestros" sentimientos; de la alegría, de la trizteza, del dolor y del placer y convivir con ellos de la misma manera, después de todo, todos son parte nuestra y nos forman en un todo. La razón viene de la mano de la comparación, del individualismo, de lo que impone la sociedad... Nuestros verdaderos sentimiento es lo que forma nuestra escencia, son los que nos libera, nos hacer SER nosotros mismos, únicos, valiosos...
Busquemos en nuestros objetivos y deseos, creo que está mas cerca de nuestros sentimientos que de nuestra razón.
Sintamos.... Deseemos... Sin depender de los demás.
Bambú
A ver!, de que sirve haber trabajado internamente con todo el esfuerzo emocional que eso implica para poder desterrar de nuestro ser esa armadura que nos encarceló durante tanto tiempo de nuestra vida? Si ahora que uno se siente completamente desprotegido y como en carne viva ante las sensaciones que nos muestra la vida sin absolutamente nada de filtro ante lo externo.
Me enseñaste a mirar de otra manera, a buscar las sensaciones a través de las miradas. Me enseñaste a buscar entre palabras las excusas para vernos, me enseñaste a descubrir la simpleza en las caricias y a regalarse todo lo que la piel regala. Me enseñaste a descubrir las imágenes que se guardan en la almohada y a buscar mas tarde el perfume de tu miel entre mis sábanas. Me enseñaste a crear puentes en segundos entre el todo y la nada y buscarte donde sea, entre muros y esperanzas. Me enseñaste a descubrir en mí que estoy viva y que así brilla mi alma y que de a poco surge lo que ella guarda.
No sólo es es avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.