Una mirada cómplice y sus dedos recorren su espalda, un escalofrío en el alma y el universo enfrente. Un beso en la mejilla, cerquita de la boca y un suspiro inocente que la vuelve loca. Sus ojos que la invitan y su pecho la retiene, sus brazos la contienen y en instantes la enloquecen; Será su magia, será su piel, serán sus ganas de quererse bien. Su ropa que se escurre entre los pies y la suya que de a poco la hace desaparecer. Su boca le acaricia el hombro y su mente se comienza a deshacer porque el deseo manda y brota de su piel. Enloquece sus sentidos porque sentirlo le hace bien, poder disfrutarlo hasta el amanecer… La acompaña y la cuida, la mima con placer, le demuestras que se siente y le gusta depender, de una magia inmensa que los hizo renacer. Se acurruca en su pecho y le agradece una y otra vez, que la lleve al infinito, con su cuerpo, sus ojos y su piel. La desea con locura, con el alma y con su ser… será aquella magia, será su piel, serán las ganas de quererse bien…
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