Jaime estaba intentando conseguir una parte en una obra de la escuela.
Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello pero aún así temía que no fuera elegido.
Su mamá me dijo que había puesto su corazón en ello pero aún así temía que no fuera elegido.
El día que fueron repartidas las partes de la obra, yo estuve en la escuela.
Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción.
Jaime salió corriendo con los ojos brillantes de orgullo y una gran emoción.
-”Adivina qué mamá” y me dijo gritando las palabras que permanecerán como una lección para mí.
-”He sido elegido para aplaudir y animar”.
Que no te hagan creer que, porque no puedes hacer grandes cosas, no puedes hacer nada.
Que no te hagan creer que, porque no puedes hacer grandes cosas, no puedes hacer nada.
Juan Leite
1 comentario:
quizás siempre debamos tener cuerpo de adulto pero alma de niño. Muy bueno.
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